Jueves por la mañana - Miguel Marinas
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Jueves por la mañana

Jueves por la mañana

 

Desconchones: porque las paredes de la casa tienen mucho de conchas de bivalvo  que acogen cierran y guardan o se abren se escaman se ventilan

Leer paredes: qué ropa hay que ponerse para que no le tizne a uno el alarido que están expeliendo todas, con apariencia de ruina de vida de interior ya imposible si no fuera porque las tres cuatro o cinco capas de pinturas diferentes atestiguan la tenacidad repintora de quienes no tienen sino brochas para vivir

Las dimensiones de las viñetas no se acaban en dos ni acaso en tres: son el resto de una conjunción guerrera amorosa de una exposición a la vida que se fue superponiendo una capa jineteando a la anterior y así luego abierta dejando vislumbrar lo de debajo tres dimensiones cuatro con el tiempo cinco con la pena seis con esperar cuando ya no

 

SECUENCIA

  1. déjame que te vea despacio tierra de mil colores: te caes a cachos desde el mazarrón originario arriba a la derecha y la caída abajo a la izquierda se ve contenida por ese denso mar azul de chafarrinón digno si no fuera porque en medio del piélago surge azulona la cara de un niño que ríe

 

  1. dos pieles dos mundos dos exposiciones al sol: el norte aguamarina el sur color carmelita la tierra común es rosa como suave quería ser la vida en esta estancia en este cuartito como los pensamientos reposados como la pena que no encontraba razón más allá de una fatal

 

  1. esplendor de todos los mares reunidos océanos cabos y golfos islas y archipiélagos un completo aquamundi sin decir nada más: que sólo hable el azul aguamarina

 

  1. al agua revuelta del río le persigue un pollock: se va cayendo desde el norte y cuando ve que llega al suelo despliega unas patitas como pedúnculos son artejos del gran insecto que es la pintura que dejó la forma y aún no se ha posado sobre el palito de lo inteligible: ya no lo hará ya se van abriendo los ojos a lo mancha a lo borroso a lo desfigurado porque nace de seguido antes de manchar afinar figurar y solo queda el sudor del brazo que remueve la mezcla

 

  1. en el remolino calizo salino la calaca la mera estampa de la santa muerte: ese alimento cafetero y lechoso ese regurgitado de la madrugada cuando el día viene que no se puede interpretar atravesar resolver apenas

 

  1. ven ven conmigo y pasa a través de la cal del enfoscado seco que pide limo y como lo pide: no te quedes en la piel de la pared mira que lo que en ella asoma es un resto de una batalla silenciosa solo interrumpida por gritos ritmados cuando el songoro cosongo no se puede contener hay marcas rayadas de rutas aéreas en lo alto como entre una siberia de papel arrancado y un toronto que no tiene espejos para verse

 

  1. la pared se parte: quién derramó la leche quien le echó hormiga al merengue quien trae sus humores sus cuajos para retapizar el camino de los pasos perdidos

 

  1. de los cerros viene bajando y ya no se ven sus pasos sólo la compostura del terreno la descamación gigante de las maclas y las mochetas que se encabalgan y se van descolgando como una disposición de barreras de escalas naturales de bancales que esperan pasto o que hacen hueco para las viandas que van a requerir varias alturas

 

  1. la columna crece y se reabsorbe en el limo del fondo, las rayas y lo escrito la huella de que esta tierra fue roturada por gigantes que escribían como quien traza los surcos las besanas y los bustrofedontes una línea para acá y vuelta para allá y luego de nuevo hasta ti llega

 

  1. cuando lo seco de placas cromadas era río líquido y silbar entreverando punzó y oscuro lazarito empellón grana sobre lo negro y vuelta a empezar no se queda quieto el lienzo ya curado tiene muy a flor de piel la ebullición que lo trajo al mundo por eso no hay mejor documento del paso del tiempo que la instantánea

 

  1. flotan los espíritus los fantasmas los güijes se tienen un instante quietos en el aire mirándote con su cara que es toda ojos sin cuencas bailan y se cimbrean como zanzaras como vilanos que ningún viento los lleva y cuando quieres reparar en ellos ya forman la retahíla de retales cabos de paño rodeas aunque sea para trapos y se van agolpando sobre el chocolate liso de lo que es la pared

 

  1. La sobriedad solemne del oro viejo que mana del muro sin que nadie se acerque a raerlo a apurar sus virutas que disponen cangrejos gatos con mirada de betyboop y ellos enmarcan la efigie solemne del señor barroco que se fue y deja su mando puro que viene siendo aferrarse al sillón de papa inocencio antes de bacon

 

  1. la hendidura del camino de la araña y el centro del rostro del ecce homo y una réplica del homúnculo con gafas asomado a la merma de la pintura a la cadencia de la brocha

 

  1. es la primera a la que asoma la palabra grieta: superior enmarcando las figuras centrales que se van definiendo a medida que la mirada las conquista y son continentes contenidos por la bajera grieta mocheta casi poyete que es la base de todos los mapamundis

 

  1. verdín pecina limpia esplendor de la aguamarina que estalla y deja ver su meollo blanco y al que le toca le tocó

 

  1. sábana erguida en plena habitación se dispone como manto densidad y espera en los cafés los marrones los carmelitas y la serenidad benedictina que desde angustias y trocadero dispensa bulas y manos blancas para bendecir camarones y señalar tersuras

 

  1. ay la hermosura de las verdes islas suspendidas en el aire de la estancia quietas en el agua del muro que no sabe qué hacer con tanta impremeditada perfección: te las dan de comer esta isla redonda para papá esta más cimbreante para mamá esta para los del comité esta euráfrica sin españa ni francia para los niños del barrio

 

  1. cae la silueta nipona blanca recordando que quien tiene la mirada puesta en el oriente no se pierde cuando toca mirarse por dentro: de paso puede recordar el albur el conjuro lezamiano de la cantidad hechizada: novia china / buena suerte

 

  1. así quedó el resto del tratado de tordesillas: oriente para unos occidente para los vecinos todo el mundo repartido a los dos lados de la raya de portugal: donde cantaban y se encontraban (furtivos) amalia rodrigues y el marqués de porrinas de badajoz

 

  1. cero uno cinco más o cero uno cinco cuatro todo el continente acotado por la la mirada del topógrafo como suporte de un pizarrón cero uno cinco con cuatro dudoso quizá sea más y está esperando crecer: quién escribe quien fija para no olvidar ese cabo de número clave de cuenta cuadrante de medidas

 

  1. todo se condensa en la quintaesencia de la venus: trazo horizontal que recoge la parte baja de los senos la hendidura de arriba abajo moldea el sexo

 

  1. vuelve la columna a salir del plano trae el recuerdo de la dimensión oculta la que detrás de las paredes se ha ido gestando y está celada abanicada por los fragmentos de desconchones y de manos y manos de pintura no te olvides que debajo de los adoquines está el ir y venir del mar de las murallas la isla en vilo en peso en eso